ARTESANÍA EN TORREVIEJA
Como bien reflejado queda en la geografía torrevejense, el municipio posee dos grandes y famosas salinas que fueron el inicio de la vida en esta ciudad. La extracción del mineral de estas lagunas saladas fue la actividad principal que se llevó a cabo durante muchos años en Torrevieja y que impulsó su crecimiento. De este modo, al igual que las salinas forman parte de la cultura de la ciudad, también su artesanía tiene como denominador común la sal.
BARCOS DE SAL
El barco de sal es uno de los productos artesanales más importantes y conocidos en el municipio, una actividad única en el mundo que se viene desarrollando desde el siglo XIX y que se ha transmitido siempre de generación en generación, apareciendo como emblema de la ciudad. Los barcos cuajados en sal se entregan en actos de relevancia, así como a grandes personalidades.
El barco se confecciona sobre una maqueta de madera forrada en algodón blanco para que la sal se adhiera perfectamente. Se entrelaza con hilo blanco para formar las velas y, cuando llega la época del cuaje en las salinas, en torno a los meses de mayo y junio donde hay una mayor concentración salina, se introduce durante unos días dentro de las lagunas, saliendo totalmente cristalizados por la sal. Después se procede a su secado al sol, formándose el tan característico barco de sal de un hermoso color blanco. Dentro de las urnas de cristal, perfectamente protegido, puede permanecer por tiempo indefinido.
Las salinas de Torrevieja cuentan también con una cualidad muy peculiar: en su momento de mayor cristalización no se produce desecación alguna, con lo cual su nivel freático se sigue manteniendo igual a lo largo de todo el año, pudiéndose por tanto introducir en ella cualquier maqueta para su cuaje.
Tan importante es la artesanía salinera en el municipio que, en el Museo del Mar y la Sal de Torrevieja, existe una zona donde se exhiben numerosos barcos de sal y diferentes objetos realizados con este mineral.