Ubicado sobre el Monte Benacantil, a 166 metros de altitud lindante con el mar, desde el Castillo de Santa Bárbara se divisa toda la bahía de Alicante, y le confiere un gran valor estratégico.
Se han encontrado en sus laderas, restos arqueológicos de la Edad de Bronce, iberos y romanos, pero el origen de la fortaleza actual es de finales del siglo IX, durante la dominación musulmana.
La mayoría de dependencias que hoy se pueden contemplar se construyeron durante los siglos XVI, XVII y XVIII, cuando el castillo medieval sufre importantes transformaciones para adaptarlo a las nuevas técnicas de la guerra, la artillería de largo alcance.
En 1691, Alicante sufrió bombardeos por la escuadra francesa, y acciones bélicas en contra del castillo durante la Guerra de Sucesión, además de la ocupación por las tropas inglesas; todo ello afectó gravemente al recinto, que sufrió la última acción militar en 1873, cuando la fragata acorazada “Numancia”, lanzó sus proyectiles sobra la población y el castillo.
En 1963 fue abierto al público, pero anteriormente fue usado como cárcel/campo de concentración durante la Guerra Civil Española y, posteriormente, como refugio de mendigos.
En el momento de su apertura al público fue cuando se inauguraron los ascensores que hacen un recorrido por dentro de la montaña de 142,70 metros, y a los que se accede por un túnel de 204,83 metros de longitud, que nace frente a la playa del Postiguet.
En la actualidad se realizan visitas guiadas al castillo, en las cuales se puede observar toda su riqueza arqueológica.