1. No permanezcas más de tres horas en ayunas. Entre las comidas principales, come pequeños bocadillos. Esto hará que no sientas mucha hambre durante las comidas principales, evitando que comas más que lo necesario. Además, por estar siempre digiriendo el alimento presente en el sistema digestivo, ayudará a acelerar tu metabolismo.
2. En los intervalos, elige alimentos saludables. Elige frutas, yogurt sin grasa o galletas integrales, ya que, además de ser prácticos para llevar, sirven como una alternativa saludable a las patatas fritas, los dulces y los aperitivos salados.
3. No comas con prisa. Ya oiste a alguien decir que “la hora de la comida es un momento sagrado”. Entonces, mastica bien los alimentos, descansando los cubiertos sobre el plato.
4. Elige alimentos ricos en fibras. Los alimentos como los cereales integrales, las verduras y las frutas son fuentes de estos nutrientes, que ayudan al cuerpo a sentirse satisfecho consumiendo menos calorías.
5. Cuando comas fuera, fíjate en el tamaño de las porciones. En los restaurantes y cafeterías, por lo general las porciones son más grandes, haciendo que comas en exceso. Además, opta por los menús con bajo contenido de grasa y evita las cosas fritas, prefiriendo alimentos a la parrilla, a la plancha, al horno y al vapor.
6. Bebe mucha agua. Es vital que tu cuerpo esté siempre bien hidratado. Por eso, toma al menos 2 litros de agua por día. Para ello, lleva junto contigo una botellita. El agua ayudará a tu cuerpo a mantenerse hidratado y a eliminar toxinas.
7. Practica una actividad física que te agrade. Este factor es muy importante en el proceso de adelgazamiento, pues ayudará a quemar la grasa acumulada en tu cuerpo y hará que tu organismo trabaje más rápido durante el día.
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