El uso desmedido y desinformado de los detergentes y jabones para lavar la ropa puede traer consecuencias muy graves para nuestro planeta.
Los efectos de los detergentes en el agua se traducen en la formación de espumas que son más abundantes en presencia de sales de calcio y de proteínas del medio y que además pueden contener bacterias y virus, y todo ello dificulta el tratamiento del agua por problemas de operación en las plantas depuradoras; inhibición de la oxidación; alteración de la transferencia y disolución del oxígeno entre la superficie y el aire lo que dificulta la autodepuración de las corrientes de agua; perturban la sedimentación; impiden el desarrollo de las algas; afectan a la sensibilidad de microorganismos y alteran las condiciones del medio acuático y alteran el olor y sabor de aguas potables.
Los detergentes también afectan al suelo, alterando la permeabilidad del mismo facilitando la penetración de microorganismos en las aguas subterráneas, y los efectos tóxicos afectan a los cultivos a través del agua de regadío.
Soluciones naturales:
1. Usar detergentes biodegradables por no contener sosa y no afectan el medio ambiente.
2. Evitar el uso de jabones con aromatizantes y colorantes con el fin de evitar la formación de espuma.
3. Hacer un uso moderado de los jabones y detergentes e intentar comprar los más básicos y con menos químicos posibles.
4. Tratar las aguas residuales con tratamientos químicos y biológicos para eliminar el fósforo y nitrógeno.
5. Utilizar menos cantidad de detergentes y jabones para lavar de la recomendada por los fabricantes.
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